Alfonso X de Castilla
Viendo a Rajoy jugar al futbolín ayer noche con Bertín Osborne, el politólogo equino de moda,
podríamos pensar que hemos dado un salto atrás, que la humanidad ha entrado en
modo “vuelta a los orígenes”, a la infancia. La sensación se puede agudizar si
vemos a Monedero intercambiando picardías y revelaciones de acusica escolar con
Albert Rivera. O a Sáenz de Santamaría dando saltitos chocolateros en el
Intermedio. Yo desde luego no votaré a Rajoy ni a nadie que prefiera el futbolín al
ajedrez. Tampoco votaré a Albert Rivera
al que acabo ver en una foto de propaganda electoral en pelotas, como un bebé, tapándose
con las dos manos el fruto de varón que, como el toro, lleva marcado/colgado en
sus ingles. El chico me cae bien, pero sí ponemos a este hombre al frente de la nave del Estado y le
entregamos el timón, existe el peligro de que se le caiga un huevo. Porque al
menos una de las manos habrá de emplearla en mantener el rumbo de la patria. No
sé por qué han desembocado todos en ese adanismo suicida. Susana Díaz, empeñada
también en ganar al parchís siempre. El vetusto juego infantil por excelencia, una
vez que los jubilados no lo practican y se enlodan defraudando a Hacienda en
bingos clandestinos de a dos euros la línea y de a tres, el cartón. Alguna cosa buena ha hecho el hombre desde
que empezó a emigrar de un lado a otro hace millones de años. Hasta hace poco
las personas no se desplazaban más allá de un kilómetro de su lugar de
nacimiento (lo cuenta S. Pinker en su libro Los
ángeles que llevamos dentro), no
sabían nada de la inmensidad del cosmos, de la prehistoria, de la civilización,
de la genealogía de los seres vivos, del código genético, del microscopio o de
los componentes de la materia y de la vida. Ni de las grabaciones musicales ni de
los libros asequibles ni de las noticias instantáneas que nos permiten saber
que Rajoy miente una vez más cuando dice que no puede comparecer en un debate
electoral porque tiene mucho trabajo y, todos nos enteramos al momento, de que ha
dejado plantados a los otros candidatos para conceder, a la misma hora, una entrevista en otra cadena. ¿Y las décadas adicionales de existencia de
que disfrutamos muchos? Por eso no entiendo por qué hay miembros de Podemos que quieren partir de cero. Inventárselo todo
en sesiones escolares. O fundar una cosa
tan inefable –la CUP lo propone- como una República feministas (sic).
¿En qué se diferenciaría de una
República regida sólo por hombres, si en esta etapa de transición, las mujeres, en el terreno del poder, se han
dedicado a imitar aplicadamente a los hombres? En fin, unos y otros están en lo
mismo, por motivos diferentes: en romper la baraja y pedirle una nueva al
croupier. ¡Hagan juego, señores y señoras! Queremos que la partida comience de
nuevo.
La tele de todos está demostrando que ha sido un regalito a sus amiguetes.¡Madre mía! Lo de esta noche, Rajoy con Bertín Osborne...qué banal todo...nos toman por retrasados mentales.Y fíjate que me da a mi que habiendo quedado tan "bonito" todo, el jefe del medio ha mandado editar partes del programa (ni una palabra de los nuevos ni nada de hablar de la corrupción). Un verdadero timo esa televisión "de todos".
ResponderEliminarSaludos.
Borrón y cuenta nueva....
ResponderEliminarSaludos
Ni saben nada ahora de "la inmensidad del cosmos, de la prehistoria, de la civilización, de la genealogía de los seres vivos, del código genético, del microscopio o de los componentes de la materia y de la vida". Solo saben de tocar huevos o de que se los toquen (incluidas las mujeres).
ResponderEliminarGracias y saludos.