Mi familia
me quiere sacar del mercado totalmente, o quizá sólo del Facebook, donde suelo
colgar algunas ocurrencias sin que nadie me pague por ello. Me han pedido que
me vaya a Madrid y que me coloque en alguno de los bares que tienen un espectáculo
parecido al de El club de la comedia y que las ‘bocanás’ que suelto en el Facebook
las diga en el pequeño escenario de alguno de esos locales. Me informan de que la entrada es bastante
barata, sólo 8 €. Y que todo es muy relajado, porque, por ese precio, el
público no te exige que seas muy gracioso.
Les he dicho que, si gana Rajoy, me van a despedir, porque seguramente
aprobará una reforma constitucional para obligarnos a tomarnos a España tan en
serio como él se la toma. Mis chistes, humildes y sosos, habré de guardarlos y pasar
a la clandestinidad esperando que llegue de nuevo un tiempo de carnaval y
alborozo. He mandado mi currículo a varios de esos clubes con una lista de
chistes, por si gustan. Pienso que no me va a resultar fácil que me cojan,
porque por ahora están muy bien surtidos con las solemnidades que Rajoy les
está suministrando. Parece que a la gente le ha hecho mucha gracia que mande
una sustituta a los debates con los otros candidatos, mientras que él anda
dando mítines por algún agujero negro del cosmos. Me gustaría que me contrataran y así me quito
del vicio del Facebook y además gano consigo algún dinero por si el “Míster
Serio” gana las elecciones y seguimos recuperándonos al ritmo habitual. Les he
mandado sólo estos cuatro textos:
1. Yo que
Pedro Sánchez, el día del debate con Rajoy, me hacía el longui y no aparecía
por el plató. Seguro que subía algún punto, aunque se comprara un chándal de
borra, de esos que sueltan pelotillas, en un todo a cien en lugar de ir en modo
“maniquí que no pestañea”.
2. Los
candidatos del PSOE y del PP, la mayoría candidatos de repetición, parecen
interesados más en mantener sus cargos que en gestionar nuestros encargos.
3. La cursilería
de los niños sabios de PODEMOS ha estado
a punto de frustrar mi deseo de votarlos. Pero he recordado que, cuando yo era
profesor en la Universidad, como ellos, era igual de bobo, o más. Iba de fino y le
dije a una chica que me gustaba, cuando me la presentaron, que estaba 'muy
satisfacido de conocerla', todavía oigo sus carcajadas. Se fue con otro
participio menos pasivo.
4. Voy a
votar a PODEMOS porque soy muy poco exigente y, en principio, lo único que les voy a pedir es
que a todo aquel que robe -incluidos los miembros de PODEMOS-, lo manden a
Siberia a la espera de que el cambio climático la inunde [...].
Ya hace días que mandé el currículo. No me ha comentado
nada. Me temo que me estoy volviendo un poco Rajoy. Algo serio, algo malafollá,
algo insonrible. Y eso en Madrid tiene poco futuro.
Muy bueno !
ResponderEliminar¡Fantástico!
ResponderEliminarJajaja.
Lo gracioso es que los políticos hacen chistes sin querer...
Yo también, con PODEMOS. Por aquello de lo malo conocido...
Un beso.
¡Joder! ¡Buenísimo!
ResponderEliminar¡Joder! ¡Buenísimo!
ResponderEliminar