domingo, 23 de mayo de 2010

Malos tiempos para la mística...bancaria

Y por encima de todo quedará patente que la Iglesia [en lo de Cajasur] ha actuado movida por la ética que brota del Evangelio. No adoramos a otros dioses, sino al Dios único y verdadero, que en Cristo nos ha mostrado su rostro de amor, y este Dios es el único que nos hace libres”.  De una entrevista concedida a “Eclessia digital” el  22 de mayo por Monseñor Demetrio Fernández Obispo de Córdoba.
Los seis magníficos
Los seis sacerdotes de la foto, canónigos patronos de Cajasur, han preferido entregar las llaves de la entidad de ahorro cordobesa  al Banco de España, antes que ponerlas en mano de Unicaja. Ahora pueden suscitar compasión, que es una de las maneras que tenemos los seres humanos de sentirnos superiores a los que nos la provocan y, al mismo tiempo, de prepararnos el terreno para ser tratados compasivamente cuando lo necesitemos. La compasión es un sentimiento prestigioso. A muchos escritores les han concedido el Nobel “por sentir una profunda compasión por la condición humana y por haber alcanzado a expresarla en sus obras”. Todo bien nacido, al ver la imagen uniformada de estos seis hombres maduros, 
Línea Tarantino
 vestidos modestamente, puede caer en la trampa de apiadarse de ellos, imaginándolos ya en el paro y la indigencia. Razones hay para resistirse a ese sentimiento.  En la entrega de Cajasur, hay cálculo. La Iglesia sabe, por la historia,  que en tiempos de escasez hay quien la mira con rencor y con saña vengativa. Pero hoy el peligro se multiplica si se es cura y banquero a la vez. En Grecia han ardido los primeros bancos, con consecuencias letales: tres muertos.
Líenea "The blues brothers"
Éstos banqueros de Dios, al que ponen por testigo,  se están escabullendo de la primera linea de las responsabilidades. En cuanto a las palabras del obispo de Córdoba, ni caso. Son para el consumo interno. A Dios, al que dejan en mal lugar,  pueden incomodarle porque, pese a ser omnisciente y verdadero, se dejó guiar, como un broker extraviado y ambicioso, por informaciones poco 'confiables' sobre la burbuja inmobiliaria. Y lo que es peor: se las pasó a los pobres señores de la foto.

2 comentarios:

  1. Antonio Fernández López24 de mayo de 2010, 20:26

    Lo leí ayer y no quise comentarlo por no ponerme pesado. Primero me dio risa porque la ocurrencia creo que lo merece. Luego, ya entrando en el fondo, es para pensar un poco más, pero sin dejar de reir. La verdad es que, si no fuera para llorar, sería para reir. A lo0 mejor hay que hacer las dos cosas. Que sepas que te leo siempre aunque no siempre te escriba algo.

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  2. La foto de los seis patronos es impresionante. Me los imagino en el Consejo de Administración, con su 30% de acciones uniformadas. De nuevo el vestido como signo de poder y cohesión. Fuerza. Los malos ratos que estos estrafalarios banqueros a lo divino les habrán hecho pasar a los consejeros que no han dispuesto de tanto porcentaje ni de tanta uniformidad y que han tenido que luchar en solitario y sin alzacuellos para sacar adelante sus propuestas.

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