¿A quién no le va a gustar un imperio socialdemócrata?
La intervención de Pablo Casado el sábado en Sevilla es una demostración clara de que no se puede ser malo ni bueno permanentemente ni acertar o errar siempre. Ha afirmado una verdad tan grande como el baptisterio romano de las Gabias. Ha definido la democracia andaluza como "una democracia clientelar y corrupta", tras casi 40 años de gobiernos socialistas. ¡Qué bien dicho! ¡Qué síntesis más adecuada! Se ve que ahí se le acabó la cuerda de la verdad y entró en el terreno de las posverdades a medias. Porque Pablo Casado, como todos nosotros, y aunque se empeñe en demostrar insistentemente lo contrario, es un poquito bueno y, tambien, un poquito malo, como diría mi querida sobrina Marta. Todavía no conocemos las listas electorales y ya adelanta que el PSOE andaluz va a presentar a Torra, a Otegui y al mismo Pedro Sánchez para parlamentarios andaluces. Él sabrá por qué lo dice y quién se lo habrá chivado. Si él lo dice, será verdad. Pero me molesta muchísimo que haya olvidado a los hermanos que enseñan y conservan el baptisterio romano de las Gabias. No concibo un parlamento andaluz sin que estas personas ocupen un escaño en la futura bancada socialista. Se lo han ganado a pulso. Sólo tendrían que cambiar la frase que repiten siempre que enseñan el baptisterio a los turistas. Y en lugar de decir "¿A quién no le va a gustar un imperio romano?", como vienen preguntando retóricamente, tendrían que inquirir, en la campaña electoral que se nos avecina: "¿A quién no le va a gustar un imperio socialdemócrata?". Seguro que la emperatriz Susana, con esta ayuda, volvería a ocupar el trono y a conservar su imperio andaluz.
Muy interesante ...
ResponderEliminarSaludos
Mark de Zabaleta
Gracias por su comentario, Mark de Zabaleta. Me gusta mucho tenerlo como lector. Un saludo cordial
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