miércoles, 16 de junio de 2010

La joven guardia roja: Rajoy, Aguirre y Gallardón

La Nomenklatura
La derecha desde que cayó el muro de Berlín ha andado un poco desorientada. Es como si a la Iglesia Católica le quitamos el diablo. El dualismo se queda sin referente y se pone a dar palos de ciego en Irak, en Afganistán...  Esta situación -lo ha dicho esta mañana la vicepresidenta del Gobierno en el Congreso- se acabó: el PP ha iniciado una deriva que le llevará "a abrazar el marxismo leninismo". Aunque nos turbe, debemos acostúmbranos a la imagen de los dirigentes populares cantando el himno de las juventudes marxistas leninistas, “Joven Guardia". No sé cómo reaccionará la izquierda tradicional cuando oiga a Esperanza Aguirre y a Rajoy entonar aquello de "Somos los hijos de Lenin,/y a vuestro régimen feroz/el comunismo ha de abatir /con el martillo y con la hoz".
Conceptualmente los líderes populares están muy bien cubiertos si finalmente se deciden a apuntarse a este movimiento revolucionario, le estarían devolviendo a Lenin el favor que el dirigente soviético le hizo a la burguesía en su artículo "La cultura Proletaria", publicado en 1926 en el número 3 de la revista "Krásnaya Nov". Allí Lenin afirma que: "El marxismo ha conquistado su significación histórica universal como ideología del proletariado revolucionario porque no ha rechazado en modo alguno las más valiosas conquistas de la época burguesa, sino, por el contrario, ha asimilado y reelaborado todo lo que hubo de valioso en más de dos mil años de desarrollo del pensamiento y la cultura humanos". No creo yo que a la FAES de Aznar le cueste trabajo adaptar el texto a la nueva situación, bastaría con reconocer la valía de las contribuciones que el marxismo leninismo ha hecho a la humanidad.

1 comentario:

  1. En algun sitio hay que tener colocados a los políticos que son la parte más acelerada de la población, con una capacidad inagotable de hacer el ridículo. Aunque no sea nada más que por eso, por aceptar convertirse en chivos expiatorios de la estupidez social, habría que pagarles sus sueldos. Y así los tenemos apartados de otras actividades más delicadas que podrían fastidiar.

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