lunes, 31 de mayo de 2010

"He dejado de fumar"

“Con sola mi figura prendado te dejé de mi escritura"


He dejado de fumar”, titulaba su columna un colaborador de un periódico digital. Sin mayores explicaciones de por qué un hecho tan insignificante podría interesar a alguien, fuera de su estanquero y de sus pulmones.
El que escribe debería de pensárselo antes de hacerlo en primera persona y no, desde luego, por humildad, sino porque, al renunciar a la máscara de la tercera persona, está pidiendo al lector algo que éste no le puede conceder: el reconocimiento de su excelencia más que por lo que escribe, por lo que es, o por lo que él supone que es, o por lo que dice ser. Pide un acto de fe: “Ríndete, primero, ante mi excelencia y verifícala, luego, en mi escritura; yo soy más importante que lo que escribo”. Así funcionaban las cosas antes de la invención, circa 40.000 años, del lenguaje articulado y de la escritura, hace unos 6.000 años. Es ésta una actitud prelingüística, ágrafa, casi mística. A este tipo de escritores les gustaría impresionar de entrada:“con sola mi figura",parecen decirle al lector, parafraseando a San Juan de la Cruz, "prendado te dejé de mi escritura".  Pero el lector lo único que tiene ante sí es lo escrito, el texto. Sólo a partir del texto podrá juzgar sobre la pericia o la torpeza del que “le” escribe. Si pese a todo, se atreve uno a escribir en primera persona, qué menos que hacerlo pidiendo disculpas por la arrogancia de hablar de sí, bien o mal,como si lo que se cuenta pudiera tener algún interés para los otros. Puede venir bien para el caso tomar prestadas las palabras de justificación de Montaigne, en el pórtico de sus Ensayos y que titula de “El autor al lector”: “Así, lector, sabe que yo mismo soy el contenido de mi libro, lo cual no es razón para que emplees tu vagar en un asunto tan frívolo y tan baladí. Adios, pues”.

viernes, 28 de mayo de 2010

Algo pinchado en un palo

La cultura española contada a las niñas
Desde que supe que la fregona, el futbolín y el chupa-chups eran inventos españoles, busco sin descanso en los libros de historia para escola­res del franquismo una referen­cia a sus inventores, Manuel Ja­lón Corominas, Alejandro Cam­pos Ramírez y Enric Bernat. Ni una sola línea para estos auténti­cos héroes españoles, para estos tres hombres beneméritos que han hecho más por el buen nom­bre de nuestra patria que Rafa Nadal o la Selección Española de fútbol.
Ríos de tinta dedicados, esto sí, a exaltar la figura de Jimena Blázquez, la que  “non semejaba fembra salvo fuerte caudillo”, que en plena Edad Media, cuan­do los moros apretaban a Espa­ña, dirige la defensa de Ávila contra los rudos ataques musul­manes. Pero ni una sola palabra para el inventor del chupa-chups, Enric Bernal, al que bastó pinchar un caramelo en un palo para levan­tar un imperio.Su implanta­ción en China,  aprove­chando la antigua ruta de las especias, fue precedida de una frase lapidaria de Enric Bernat: Siempre hemos visto a los chi­nos utilizar palillos para comer. Yo quiero enseñarles a usarlos también para comer caramelos, dijo.
Los libros de texto que he con­sultado se extasían, por ejemplo, ante la bravura de la mujer española en la guerra de la Independencia: ¡Mujeres! -leo en “Guirnaldas de la Historia” (1947), del inspector de Enseñanza Primaria Agustín Serrano de Haro- asombro de los si­glos y orgullo de la raza, nues­tras mujeres de la guerra de la Independencia. ¡Gloria y honor a las mujeres que, como Agustina de Aragón, supie­ron luchar y morir por España!
Pero a Alejandro Campos Ramírez, inventor con 17 años del futbolín, ni caso. La gesta ocu­rrió en 1937. Cam­pos inventa el futbolín para entretener a los pequeños ingresados, como él, en un hospital de sangre de Madrid y fabrica el primer modelo en el que los futbolistas eran de madera de boj, un material que permite to­do tipo de efectos y de sutilezas cuando la pelota es de corcho aglomerado. Aquello fue mano de santo: los chicos se volcaron sobre el nuevo juguete, dejaron de romper cosas y hasta los niños mutilados, que no eran pocos, podían participar y, a menudo, ga­nar.
“Guirnaldas de la Historia”, subtitulado por su autor Historia de la cultura española contada a las niñas, muestra también una comprensible admiración por las mujeres que acompañaron a los conquistadores españoles de América los cuales, después de someter tierras y hombres, necesitaban el descanso del ho­gar. Y las mujeres se lo tenían siempre limpio y ordenado, la mesa con su mantel blanco y so­bre el mantel un plato sabroso y humeante. Pero sin pan, porque en América no había trigo. Mas, un venturoso día de 1535, cuando la dama que acompaña a Pizarro, Inés Muñoz,  limpia el arroz lle­gado de España, advierte entre él unos granos dorados de trigo. Y coge amorosamente los granos, con mucho más esmero que si fueran pepitas de oro y dispone una maceta y siembra los granos, como si plantara nardos y alhelíes. A los pocos meses las brisas acariciaban en la maceta un puñado de espi­gas... a los ocho años había ya pan en abundancia, hasta para los niños más pobres de la po­blación.
Hasta el corazón más rudo se emocionará al enterarse de que los conquistadores españoles, después de someter tierras y hombres, pudieron descansar en hogares limpios y ordenados y comer pan, gracias a las mujeres que los acompañaron en su aventura, pero no entenderá que se haya quedado fuera de esa historia de la vida cotidiana Manuel Jalón, inventor en 1956 de la fregona, unos de los adminículos que, junto con el lenguaje, más han ayudado a la emancipación de la mujer. De nuevo algo pinchado en un palo, en este caso una bayeta, daba fe y era signo de la inteligencia práctica de un natural de estas tierras.

jueves, 27 de mayo de 2010

Chochos y garbanzos para la merienda

El chupa chups, un invento español
Repaso el romancillo de don Luis de Góngora Hermana Mari­ca, y compruebo que en el Siglo de Oro los chicos de las clases populares ensuciaban poco las calles con bolsas de plástico —y sí con cáscaras de altramuces o con el papel de los cucuruchos de los garbanzos tostados— y se veían bastante menos mordidos por la duda a la hora de elegir las golosinas que podían comprar un día de fiesta del 1580 con el "cuarto" que recibían de "su tía la ollera".
"Compraremos de él / (que nadie lo sepa) / chochos y gar­banzos / para la merienda", de­clara el hermano de la joven Ma­rica poco antes de confesar que también podían disfrutar de las "tortas con manteca" que les daba Bárbola, "la hija de la pana­dera / porque algunas veces / ha­cemos yo y ella / las bellaque­rías / detrás de la puerta".
El menú de los muchachos de la burguesía o de la aristocracia era —sin llegar a la plétora pre­sente— más variado. A los popu­lares chochos y garbanzos se añadirían natas y mazapán, pica­tostes calientes, costradas de li­moncillo y huevos mejidos, bu­ñuelos de viento, tortas de orejo­nes, de cidra verde y de dátiles.
No es fácil prever los cambios que el consumo abundante e igualitario de golosinas ha provocado en las mentalidades del siglo XXI ni lo que sucederá si se cierra el grifo. Posiblemente la lucha de clases se ha visto dulcificada por el trato parejo que los quiosqueros y los dueños de los puesteci­llos de bollería industrial han concedido a los chicos de barrios carenciales y a los de las urbanizaciones de lujo.
Ya hoy se da una apariencia de socialismo cuando se cruza el autobús de un colegio privado de elite con el de un colegio público de los suburbios y los alumnos de éste ven cómo los de enfrente sacan el jugo a la mis­ma marca de chupa-chups que ellos.
Es muy difícil tomar el Palacio de Invierno con un índice tan alto de azúcar en la sangre de la clase obrera. Algunos piensan seguir otro régimen.

miércoles, 26 de mayo de 2010

Clinton, las magdalenas del Albaicín y un niño


Las más sabrosas magdalenas –el bollo más empapado de literatura desde Proust‑ que se fabrican en Granada, las vende en el Albaicín una mujer manca que introduce uno a uno los bollos en una bolsa de plástico con el muñón de su brazo derecho. No se le conoce rasgo alguno de ternura. Trata a los clientes con aspereza. Que nadie le pregunte si las magdalenas tienen mantequilla o aceite. Lo puede poner a uno en la calle. Alguien de la Casa Blanca se interesó por la receta, cuando Clinton visitó el barrio hace años, y no la consiguió.  Si no le gustas, y aunque el mostrador esté lleno de género, te puedes ir de vacío. Las madres han de ocultar a sus hijos, criados en la abundancia y atiborrados de emplastos asépticos, insulsos y plastificados, la procedencia de las magdalenas. Podría repugnar a los chiquillos la mutilación de la panadera. Y el uso que hace de su brazo trunco. Ella lo sabe pero no cambiará su forma de despachar por nada del mundo. El que los clientes, vencido el escrúpulo, sigan comprando magdalenas envasadas tan heterodoxamente le confirma todos los días la adicción y el afecto de sus fieles y la excelencia de su trabajo.
Un niño del barrio de Almanjáyar, cerca del Albaicín, ‑en el confín de la ciudad hay muchos niños por las calles‑ baja “echando leches” en bicicleta por la cuesta que sirve de raya fronteriza del cuarto mundo. Desde el Sur, por la misma calle, sube un gigante pedaleando en su bicicleta de carreras. El habitante de la frontera no tiene más de 6 años; enajenado por un instinto de libertad suicida, se enfrenta a la rueda del polifemo de la chaqueta de cuero y lo provoca abiertamente: “!Payo, tóparne si tienes riles!". El hombre, que se repone con dificultad de la último tufarada de humo que le ha soltado un autobús, esquiva la rueda enemiga y casi no se da cuenta de la importancia de la batalla que acaban de librar contra él en las tierras desoladas del norte de la ciudad. Nunca sabrá que el niño ha proclamado orgulloso en su casa, a la hora de la comida, que el payo no se atrevió a toparlo.
Despachar magdalenas, siendo manca o enfrentarse en los confines de la abundancia, orgullosamente a un mal enorme procedente del Sur, sin más armas que una bicicleta, el valor y el instinto de singularidad no domesticado, son empresas que no siempre conocen el fracaso.

domingo, 23 de mayo de 2010

Malos tiempos para la mística...bancaria

Y por encima de todo quedará patente que la Iglesia [en lo de Cajasur] ha actuado movida por la ética que brota del Evangelio. No adoramos a otros dioses, sino al Dios único y verdadero, que en Cristo nos ha mostrado su rostro de amor, y este Dios es el único que nos hace libres”.  De una entrevista concedida a “Eclessia digital” el  22 de mayo por Monseñor Demetrio Fernández Obispo de Córdoba.
Los seis magníficos
Los seis sacerdotes de la foto, canónigos patronos de Cajasur, han preferido entregar las llaves de la entidad de ahorro cordobesa  al Banco de España, antes que ponerlas en mano de Unicaja. Ahora pueden suscitar compasión, que es una de las maneras que tenemos los seres humanos de sentirnos superiores a los que nos la provocan y, al mismo tiempo, de prepararnos el terreno para ser tratados compasivamente cuando lo necesitemos. La compasión es un sentimiento prestigioso. A muchos escritores les han concedido el Nobel “por sentir una profunda compasión por la condición humana y por haber alcanzado a expresarla en sus obras”. Todo bien nacido, al ver la imagen uniformada de estos seis hombres maduros, 
Línea Tarantino
 vestidos modestamente, puede caer en la trampa de apiadarse de ellos, imaginándolos ya en el paro y la indigencia. Razones hay para resistirse a ese sentimiento.  En la entrega de Cajasur, hay cálculo. La Iglesia sabe, por la historia,  que en tiempos de escasez hay quien la mira con rencor y con saña vengativa. Pero hoy el peligro se multiplica si se es cura y banquero a la vez. En Grecia han ardido los primeros bancos, con consecuencias letales: tres muertos.
Líenea "The blues brothers"
Éstos banqueros de Dios, al que ponen por testigo,  se están escabullendo de la primera linea de las responsabilidades. En cuanto a las palabras del obispo de Córdoba, ni caso. Son para el consumo interno. A Dios, al que dejan en mal lugar,  pueden incomodarle porque, pese a ser omnisciente y verdadero, se dejó guiar, como un broker extraviado y ambicioso, por informaciones poco 'confiables' sobre la burbuja inmobiliaria. Y lo que es peor: se las pasó a los pobres señores de la foto.

miércoles, 19 de mayo de 2010

Bibiana Aído y Teresa Jiménez, entre Escila y Caribdis

Navegando sin timonel
Ni ministras como Bibiana Aído pueden parar ya con sus “criaturas”, o con sus ocurrencias, el establecimiento de las mujeres en la vida pública. Sólo una guerra atómica, el choque de un meteorito o el derrumbe del capitalismo suicida,  sumirían a las mujeres, junto con toda la especie, en la nada o las  devolverían al papel de “ángel de su hogar”  que les otorgó el siglo XIX. Cuando nos tiramos de la cama al despertar no se nos ocurre pensar que alguien ha retirado el suelo  para que nos precipitemos  en el abismo y cuando salimos a la calle, después de desayunar,  y acudimos a nuestros trabajos u ocupaciones,  no se nos ocurre pensar que no vamos a encontrar a las mujeres en sus consultas médicas, en los estrados, en  las gestorías, en las gasolineras, en los chiringuitos o en los ministerios. Ahora mismo, una bibliotecaria acaba de confirmarme por teléfono que mi préstamo está prorrogado hasta el 26. A eso llamaba Ortega y Gasset “las creencias”.” Las ideas se tienen; en las creencias se está.”  La última ocurrencia banal que han alumbrado al alimón Bibiana Aído y la sensata  ministra de Sanidad, Trinidad Jiménez,  ha sido sustituir la expresión “recién nacido” por la palabra, acabada en “a”,  “criatura”, en el  último borrador de la Estrategia Nacional de Salud Sexual y Reproductiva. Han preferido un término creacionista anti-darwiniano a otros, supuestamente sexistas. Escabulléndose del lenguaje de los machos, han caído en el remolino mitológico del gran macho, el supermacho, el creador de todas las criaturas:  el Yavé del Génesis.


Estrecho de Mesina
De mito en mito, les ha pasado lo que a los navegantes que en la Antigüedad se adentraban en el estrecho de Mesina,  si lograban sortear el peligroso escollo de Escila, la corriente los lanzaba ineluctablemente contra el promontorio de enfrente, de nombre  Caribdis, donde perecían.  Para sortear los peligros de la extravagancia y la precipitación nada mejor que volver a los clásicos. 

martes, 18 de mayo de 2010

Sócrates en el top-manta

Platón gana, Sócrates pierde
El intelectual ha sido siempre una pieza muy codiciada. Sócrates (470 - 399 a.C.) es el  primer “intelectual” del que tengo noticia, abatido por los escribas, los principales accionistas de las palabras de pago. Dicen que al filósofo lo cazaron por peligroso, aunque quizá se lo quitaron de encima sus propios colegas de la Academia por obsoleto y por caro: un Sócrates para cada Fedro, un Fedro para cada Sócrates, resultaba poco económico. Su sistema de enseñanza estaba basado en la comunicación directa y oral con el discípulo, nada de escritos. Platón, que ‘pirateó’ en sus Diálogos muchas ideas del maestro, recoge  uno de los pensamientos que más pudieron molestar a sus compañeros de profesión que para entonces  se habían pasado al internet del momento: la escritura. De ellos se ríe Sócrates  y el ‘traidor’ de Platón ha dejado constancia de la puya socrática en el diálogo Fedro, quizá para justificar el haber vendido, en el top-manta de los libros, todo el material que plagió de Sócrates. El maestro ridiculiza a sus colegas apuntados a la escritura, la novedosa tecnología de grabación y transmisión de datos,  al pronosticar que el invento iba a favorecer el olvido y a crear una casta de personas “que habiendo oído hablar de muchas cosas sin instrucción, darán la impresión de conocer muchas cosas, a pesar de ser en su mayoría unos perfectos ignorantes”. 2500 años después, a algunos profesores se les oye decir algo parecido de la Informática: laminados por la avalancha de ordenadores portátiles que los políticos regalan a los alumnos, con mochilita teñida electoralmente con los colores autonómicos,  para que los adolescentes  no se dejen ver de día demasiado por las calles, anestesiados con Internet, la epidural que los mantiene sedados en las clases más eficazmente que La Odisea.
Rafael Sancio, en 1509, en La escuela de Atenas, fresco pintado por encargo del Papa Julio II para decorar la Stanza della Segnatura, convertida en su biblioteca privada, escenifica el triunfo de Platón (el 1)y la derrota de Sócrates (el 10). En la pintura es abrumador el número de personajes  ocupados en actividades de lectoescritura. Casi todos, calculan,  leen, escriben, comentan textos, o portan libros. Sócrates,  de espaldas a su aprovechado discípulo, se empeña en hablar.

lunes, 17 de mayo de 2010

¿Hasta enterrarlos en el mar?


A galopar
"Con esta derecha, hacen falta jueces /shazam, lamentablemente", argumenta en un blog un comentarista que se acoge al seudónimo de "Gorilla". Esta opinión parece revivir el concepto de uso alternativo del derecho que pusieron de moda en la Transición jueces de Justicia Democrática. Se partía de que las leyes de la dictadura había que estirarlas todo lo que se pudiera para que, en tanto no se cambiaran, neutralizar su profundo sentido autoritario. Hablamos de 1975, desde entonces aquí ha podido hacer leyes todo el que ha ganado las elecciones y ha podido democratizar profundamente la sociedad española todo el que se lo haya propuesto seriamente. Si esto es una democracia, los jueces no tienen que estirar nada, simplemente aplicar las leyes que emanan del Parlamento. Aquí no hace falta ningún shazam, ni ningún salvador de la patria. Aquí lo que hace falta es que funcionen los tres poderes independientemente y sin tanto corporativismo. Y una Ley electoral nueva, mucho más proporcional, donde los parlamentarios respondan ante sus electores y no ante el Secretario General de su partido. Lo de "A Galopar" de Alberti, es para tiempos de guerra. Eso de que "la muerte es nada si va en tu montura", casa mal con una democracia consolidada y con el PSOE en el poder. Estamos en el Poder, pero nos gusta llorar como si estuviéramos en la oposición: teta y sopas. Adaptado al caso presente, el poema de Alberti diría: "Garzón, sáltate los procedimientos, que saltarse los procedimientos no es nada, no tiene importancia, es comprensible, si te los saltas tú, que eres el bueno". Luego, con estos zancos, los que terminan saltándose las Leyes y los procedimientos son los más musculados. Y los débiles que milagrosamente han ido tejiendo,a contracorriente, una imperceptible malla protectora, la de la Ley frente al capricho y la arbitrariedad, son los que vuelven a recibir los golpes. Si es que Garzón se ha saltado la Ley, que eso todavía no se sabe.

domingo, 16 de mayo de 2010

Garzón, Shazam!


¡Por favor, jueces corrientes y profesionales!

“Hay venganzas, luchas de poder que al final se llevan todo por delante”, afirma el juez José Ricardo de Prada, en la portad de EL PAIS del 16 de mayo, a propósito del derribo de Baltasar Garzón, compañero suyo en la Audiencia. “Lo que se siente en estos casos es la profunda capacidad de causar injusticia que tiene la justicia”.


La opinión de este magistrado refuerza el parecer de los que piensan que este asunto es fundamentalmente un episodio de ajuste de cuentas corporativo. No es la Falange (?) contra Garzón. Es: la Falange como macguffin, como excusa, y son, sobre todo, unos jueces contra otro juez. Vamos a pedirle al Gobierno que redacte una Ley de reparación de los daños que la Guerra Civil causó a los vencido, tan clara, que no haga falta un nuevo Garzón/shazam!

viernes, 14 de mayo de 2010

Los jueces se llevan mal

Cerrajero

Parece que los jueces se llevan mal entre ellos. Cuando se pelean los funcionarios entre sí, el corporativismo se fractura y los ciudadanos salen ganando. A lo mejor de estas peleas salimos todos más iguales ante la ley.
 Los poderes tradicionales han sufrido una reconversión brutal azotados por el ventarrón del "igualitarismo ciego", hoy no se ven uniformes militares nada más que en los desfiles y cuando la ministra visita los diversos frentes de compasivo merengue en los que repartimos balas y besos. Y los obispos desde que van a las manis con gorrillas de bateadores de besibol, no son lo que eran. Pero los jueces, no. Recordad la rapada soberbia del juez del caso del 11M. Que se peleen. Así se debilita la jaula de hierro burocrática de la que hablaba Weber, y nosotros nos movemos más holgados.
En estos casos, inmediatamente hay que alinearse, tomar partido, firmar manifiestos. Los intereses personales de Garzón, han coincidido en multitud de casos con los míos y con los de mucha gente. Pero si me huelo que un funcionario empieza a sentirse imprescindible y lo veo convencido de que a veces los procedimientos pueden ser amoldados al gusto porque hay un bien superior que proteger, bien del que él es el administrador y que conoce mejor que otros, tiemblo. Y me da por pensar que, en este caso, los legítimos intereses particulares del burócrata no se compaginan con mis legítimas y particulares aspiraciones. En estas cosas no se puede actuar por agradecimiento. No estamos hablando de ciudadanos particulares. Estoy a ver en que queda lo de las escuchas del caso Gürtel. Hay algo que está, incluso, por encima de Garzón que es el derecho a no ser vigilado por el Estado, nada más que en ciertas ocasiones, limitadas y estrictamente regladas. Esto es lo que no tengo claro en el caso Gürtel. Que los partidos sacan dinero de debajo de los cimientos de las urbanizaciones, no me cabe la menor duda. 
Y del imprescindible resarcimiento de las víctimas, y de sus familias, del golpe militar de Franco ya se deberían de haber ocupado los gobiernos democráticos. Todavía puede hacerlo el Gobierno actual, de una vez y para siempre y no dejarlo en manos de ningún juez, que no le corresponde.

jueves, 13 de mayo de 2010

Un marxista en Hollywood


Peeeedrooooooo
En la contraportada del libro “Intelectuales de consumo” se puede leer que “su autor –José Antonio Fortes, el intelectual más señalado del grupo granadino de "Filólogos de la liberación"- , se define como un irreverente, un subversivo, un atopos, que no tiene lugar establecido o su lugar está en vilo, y esto le permite una práctica intelectual radical, libre y marxista”. Yo iría más lejos, su práctica es más bien mística, reformada y, a la vez, plenamente hollywoodense. Y digo mística reformada porque si bien en alguno de sus libros anteriores era muy difícil entender casi nada de lo que escribía, en el opúsculo (sic) de 300 páginas que comentamos, se le entiende casi todo. La etapa oscura de su alma parecía guiarse por esto de San Juan de la Cruz: “por aquí no hay camino, que para el justo no hay ley: él para sí se es ley. ...”, y por tanto el justo puede escribir con los renglones torcidos de la iluminación, de por sí inefable e incomprensible. Pero ahora, subvertido por el mercado cinematográfico, ha introducido en las páginas 13 y 14 de su opúsculo (sic) de 300 páginas, una relación de agradecimientos muy influida por la ceremonia de entrega de los óscar de la Academia de Hollywood. La transcribo íntegra para que el cauteloso lector juzgue por sí mismo: 

"Mi ensayo queda abierto, en la misma proporción con la que escribo. Su escritura, radical y razonada, está hecha a base de experiencias, de acontecimientos vividos, de hechos conocidos, de observaciones críticas e investigaciones literarias que he llevado a cabo a lo largo de mi vida intelectual. En este viaje, pues, de mi vida —mi interminable viaje a Ítaca— al fin he tenido la suerte —también inmensamente abierta— de no encontrarme solo. Quiero por ello expresar mi agradecimiento: 
A Granada, esta ciudad a la que amo, en la que vivo y trabajo. 
A mis padres, por la fuerza en la vida y la heterodoxia que me enseñaron. A Joaquín Lobato y Antonio Segovia Lobillo, por la promesa que me hicieron y que ahora empieza a cumplirse. 
A los jóvenes comunistas, mis alumnos, por sus posiciones tomadas. 
A los suicidas —Althusser, Poulantzas, José Ignacio, Javier...—, porque los suicidas nunca guardamos silencio.
A César de Vicente y Matías Escalera, por nuestras discusiones pertinaces y tan perversas.
A Orihuela, camarada, mi querido Antonio, por la Anarquía y tus poemas para el combate.
A Manuel Pimentel y Antonio Carvajal, a su valentía compartida y a su pensamiento libre.
A Pío Alcántara, por la memoria viva de nuestro compañero del alma, compañero, que generosamente nos traes.
A Juan Antonio Hernández. Juan, tu trabajo de investígación es tan preciso en este ensayo como lo es tu práctica intelectual para todos nosotros.
A Gramsci.
A Susana. Sin ella, jamás nunca nada de esto hubiera existido. Granada, enero 2010". 
Sólo falta “Pe” gritando: “Foooooorteeeeees” . 
Conforme me adentro en la lectura del libro se despejan mis temores de acabar en los tribunales. Me dolía mucho que Fortes tuviera que desactivar su pequeño- burguesa ferocidad jurídica suicidándose (sic en los Agradecimientos: "A los suicidas —Althusser, Poutlanzas, José Ignacio, Javier...—, porque los suicidas nunca guardamos silencio") para librarme de una denuncia. Ha elegido un camino menos traumático,  el profe guay nos da permiso para criticarlo, sin problemas: "Mis palabras tienen que ser así las primeras que hay que someter a la crítica sistemática y continua, ponerlas en cuestión, en dialéctica duda, leerlas de frente, plantarles cara, y las cartas boca arriba"(p.50). Ahora se puede deconstruir a Fortes sin miedo a acabar en el juzgado de guardia ¡Menudo susto

miércoles, 12 de mayo de 2010

Juro por Dios que no sé si volveré a pasar hambre

Lo que el viento se llevó
Después de los ajustes propuestos por el Gobierno hay que empezar a no tirar el pan. No sabemos cuándo tendremos que rebuscar en los yacimientos de pan duro. El título del libro de José Luis Pardo, Nunca fue tan hermosa la basura ,  parece premonitorio.

martes, 11 de mayo de 2010

Escultor pirómano, bloguero incendiario

San Juan ardiendo
San Juan de la Cruz desconfiaba de casi todo el mundo. Y con razón: fue excomulgado, encarcelado y,  al final de sus días, casi deportado a Méjico, por sus propios hermanos de religión. Casi,  sí,  porque la muerte se adelantó a los designios de sus superiores, que querían que se diera una vuelta por el Nuevo Mundo,  y  le extendió, compasiva,  el último pasaporte.  Juan de la Cruz escribe al mismo tiempo que  La noche oscura una obrita muy interesante, Cautelas, en la que habla de los demonios que nunca faltan en los conventos, “que procuran derribar a los santos, y Dios lo permite para ejercitarlos y probarlos”. En La noche oscura refleja su desconfianza: hasta 15 expresiones cautelares  preceden a la estrofa final del poema:

Quédeme y olvidéme
el rostro recliné sobre el Amado:
cesó todo y dejéme,
dejando mi cuidado
entre las azucenas olvidado.

Cautelas
Para poder reclinar su rostro sobre el Amado,  el Alma ha tenido que ampararse en una noche oscura, salir sin ser notada, estando ya su casa sosegada, a oscuras y segura, por la secreta escala, disfrazada a oscuras y en celada, estando su  casa sosegada, en secreto que nadie la veía, ni ella miraba cosa,  donde la esperaba quien  ella bien se sabía, en parte donde nadie parecía.
Espárragos de amor vivos
Todavía hay gente que mira mal a San Juan: el escultor pirómano de la estatua y el bloguero desalmado que lo retrató con un manojo de espárragos en las manos. ¡Cómo para no ser cauteloso!

lunes, 10 de mayo de 2010

Intelectuales por el consumo


Como Pedro Antonio de Alarcón no vendía ni una naranja del Valle de Lecrín, pese a habérselo prometido al alcalde el día que el munícipe por antonomasia  visitó la Avenida de las Estatuas, decidió, amparándose en la solidaridad entre intelectuales, pedírselo a San Juan de la Cruz. 
El Santo hizo lo que pudo, pero su intercesión obtuvo unos resultados mediocres. Y le devolvió la mochila con la fruta al accitano.
Al final le pasaron el marrón a Falla por si él tenía más arte y conseguía algún dinero para las exangües arcas municipales. El músico lo intentó todo un día.
Terminó regalándoselas a Frascuelo (¡ toreros como los de antes ya no quedan!) para su cuadrilla: que el zumo es muy bueno a las cinco en punto de la tarde, incluso un poco antes.

domingo, 9 de mayo de 2010

Y de pronto, anochece



Un rayo de sol...

Ognuno sta solo sul cuor della terra
traffito da un raggio di sole:

ed è súbito sera.
(Salvatore Quasimodo)

Paseo de los Tristes

Atardecer en Granada
[Esto he entendido: Un rayo de sol ilumina inesperadamente la soledad de cada uno de nosotros, y de pronto anoche]

jueves, 6 de mayo de 2010

Bella Calamidades

Lola "Calamidades" y Marcelo
En  el relato de Alberto Granados La mujer que llora,  parecen justificadas las lágrimas que vierte la protagonista. Pero hay mujeres que lloran, como ciertos hombres avispados, cuando y cómo les conviene, teatralmente, sin que haya mediado daño de ningún 'género'.El patriarcado y  el capitalismo perjudican a las mujeres y a los trabajadores porque los degradan y los convierten en seres menos hábiles para la vida social, poco brillantes, desagradables. Por eso mujeres y proletarios se han esforzado en dejar de serlo, para gustar más, para relacionarse mejor con los otros, para ser más felices. Una de las lacras que la lucha contra el patriarcado ha 'regalado' a muchas mujeres, es la de estar quejándose siempre. Vivir sin interrupción en el lamento y, también, hablar en nombre de todas las mujeres, y, en cierto modo,  extender la sospecha de una maldad 'innata' a todos los hombres.  Por reacción, después de estos relatos, aparece un paladín de ‘todos’ los hombres que te cuenta su historia y hace una lista de maldades que extiende a ‘todas’ las mujeres. Esto no puede durar toda la vida. De hecho, ya es menos perceptible en las generaciones de mujeres más jóvenes. Ellas no lloran tanto, conquistan, no sin esfuerzo. He tenido un familiar en la UCI estos días: de las 20 personas que controlan en los monitores  las constantes vitales de los enfermos, 19 eran mujeres y 1, hombre. Hay que dejar de llorar el mundo y  ayudar a transformarlo. Muchas mujeres están en ello, llorando lo menos posible para que no se las acuse de querer estar en la misa de lo público y en el repique de lo privado. Y las calamidades personales, en las que hay que delimitar culpas y responsabilidades, para curas y psicólogos. También nos puede orientar la serie de por la tarde, esa que da TVE, me refiero a “Bella Calamidades”. 

lunes, 3 de mayo de 2010

Los ventrílocuos de Dios


Arrabal, en Salamanca
Llevamos, relativamente, poco tiempo hablando. De 25.000 a 50.000 años. Vivimos todavía en el asombro por la  Palabra. En el principio fue el Verbo y el Verbo no era Dios, con la Palabra creamos a Dios para suplantarlo, le robamos su silencio y comenzamos a hablar en su nombre: fue el comienzo de la gran impostura, y el Verbo terminó en manos de los ventrílocuos de Dios.  Las palabras, como sucede en leyendas remotísimas, también sirvieron para parar en ocasiones la furia de la espada y el cuchillo. Sherezade, en Las Mil y Una Noches, consiguió mantener la  cimitarra del verdugo lejos de su cuello, gracias a las palabras que salían de su garganta.  Con la escritura, nacieron las palabras de pago. Sacerdotes, escritores, juristas, comentaristas, críticos textuales,  maestros, blogueros, filólogos, rabinos, interpretes de las suras y aleyas del Coran, sabios, todos viven, o nutren sus egos, de las ofrendas que los fieles ofrecen en el altar de las palabras. Si dios, sea el que sea, escribe derecho con renglones torcidos, hace falta alguien que enderece los renglones de Dios.  La poesía ha heredado de los libros sagrados el aura del milagro y su tensión evangelizadora.  Con la palabra como instrumento, los poetas buscan sin descanso el secreto de la vida para ofrecérnoslo como prenda de salvación. Y, como es natural, también quieren cobrar por este servicio.
Los periódicos informan de que El Festival Internacional de Poesía de Granada llenará las calles de la capital con versos estampados en los cristales de los autobuses urbanos y con el envío de cerca de 100.000 postales con un poema a los buzones de los domicilios.  Este sistema es menos invasor y agresivo que el atrezzo que la Semana Santa instala en las ciudades y puede ser eficaz.
Ensayando
 Porque los recitales de poesía llevan años congregando pocos fieles.  Un imaginativo vate local, y también hermano mayor de una cofradía, ha sugerido la fusión de las Hermandades de Semana Santa (al borde del cisma porque el Arzobispo Martínez  les acaba de imponer en un audaz golpe de mano al presidente de la Real Federación de Hermandades y Cofradías de Granada),  con la organización del Festival Internacional de Poesía. El hombre propone que en los desfiles procesionales de la Semana Santa del 2011,  se alterne un paso de penitencia con unas andas  con poeta provisto de  micro y altavoces.  Se aprovecha la carrera oficial y las sillas. Y los poemas que se vayan recitando,  los reparten los cofrades, o grupos de poetas coronados de laurel, junto con una estampa del titular de cada  Cofradía. Poesía apasionada o Pasión rimada. Todos salen ganando. Y no hay por qué sobrecoger a los pasajeros de los autobuses con la belleza de los versos pegados a los cristales ni aburrir a los que prefieran mirar a la calle.