martes, 29 de julio de 2014

Lorca en su casa

Verde que te quiero verde
A pocos metros de la Casa-Museo de Lorca en Valderrubio, donde se representaba el pasado 25 de julio, La Casa de Bernarda Alba, están las bardas del corral de la casa de Frasquita Alba, vecina del poeta e inspiradora de este drama de silencio e imposición. La voz de la actriz Beatriz Martínez, la Adela lorquiana, choca con las tapias de esa casa cuando grita desafiante a Poncia, la criada que la ha amenazado con publicar su pasión por Pepe el Romano, el novio de su hermana Angustias: “Trae cuatro mil bengalas y ponlas en las bardas del corral. Nadie podrá evitar que suceda lo que tiene que suceder”. La compañía "Teatreves Teatro", como tantos otros grupos granadinos, representa con una calidad enorme a Lorca, de balde. Mientras la Diputación provincial, en la portada de su página web proclama que “Lorca vive”, en un intento macabro de jibarizar a un escritor universal y convertirlo en un poeta provincial, para comérselo después. Pero algunos de los miembros de esa corporación han hecho durante años todo lo posible para que no se retirara el monumento al fundador de la Falange, José Antonio Primo de Rivera, de la plaza de Bibataubín. La Falange controlaba Víznar cuando se le quitó la vida al poeta, en agosto del 36. La obra lorquiana vive, claro, gracias a que gente como la que integra el grupo "Teatreves teatro" planta las bengalas de sus palabras prodigiosas en cualquier lugar de Granada. Si Lorca viviera, al ver cómo algunos que - de vivir, lo despreciarían- se aprovechan de su figura, seguiría escribiendo el sobrecogedor último verso de uno de sus sonetos del amor oscuro:” ¡Mira que nos acechan todavía!”.

lunes, 28 de julio de 2014

Aguirresil forte, tratamiento de choque

DESDE que el accidente cerebral del alcalde despertó los apetitos de los Pérez, Cuenca, Chema, García Montero, etc., los aspirantes a sucederle parecen ausentes, ensimismados, como si se hubieran olvidado de nosotros, salvo las malintencionadas cursilerías que el portavoz de la Diputación dispara contra sus adversarios; convencido, acaso, de que los votos le iluminan el estro, lo coronan Petrarca, lo proclaman pontífice o lo consagran palafrenero de la Corona. Los demás a los suyo, como niños encerrados con un solo juguete: la alcaldía de Granada. La aparición de un hombre sensato, serio y, cosa rara, no populista, como Pérez Tapias, los ha descolocado a todos. Y aunque él haya asegurado, en declaraciones a este periódico, que no contempla la posibilidad de presentarse a la alcaldía, el PP granadino, con su sutileza habitual, ha decidido que ahora el enemigo es Tapias y que hay que aplicarle el tratamiento de choque patrocinado por Esperanza Aguirre y conocido ya como 'aguirresil forte', medicamento en fase de experimentación en sujetos de Podemos. Los populares se entremeten en la logística del nombramiento del Secretario general de otro partido, para ir socavando el terreno a un candidato, no virtual ni volátil, como el zangolotino de Cuenca, sino sólido y analógico. Ese es el verdadero susto que tienen ellos metido en el cuerpo. Y los socialistas, que tendrían sus planes de cara a la alcaldía más o menos hechos, vacilan y, confundidos con la aparición de Tapias, chocan con las paredes, vocean histéricos y responden al malmeter del PP con insultos de media intensidad. Diminutivos desdramatizadores como "fascistillas", adjetivos despectivos de patio de colegio como "niñacos" o con frases desafortunadas que más que hundirlos, los exaltan. Chema Rueda dijo de Pérez, García Montero y de Fuentes que, cuando dejen de ser concejales, "no tendrán donde caerse muertos". Hacía tiempo que un político no absolvía de la sospecha de enriquecimiento, gracias a su cargo, a concejales adversarios. Hasta me parece exagerada la alabanza. Pero él debe de estar bien informado. Los insultos son producto de la pereza y de la ira. Suponen la renuncia a elaborar la rabia. Quevedo, que odiaba a Góngora, le podía haber dicho: "Perro judío". Pero prefirió currárselo y le dedicó esta elaborada andanada: "Yo untaré mis versos con tocino, para que no me los roas Gongorilla". Todavía, don Luis, se revuelve en su tumba.

domingo, 27 de julio de 2014

Con la cuchara en el bolsillo

Pánfilo había comprobado que sus alumnos escribían aceptablemente bien cuando los temas de redacción les interesaban por el motivo que fuere. Un día apareció en clase con una cuchara en el bolsillo superior de su chaqueta y les pidió a los alumnos que imaginaran qué había llevado al profesor a presentarse en clase de esta guisa. Cuelgo aquí una de las redacciones que me ha mandado Pánfilo, fruto de aquella experiencia:




miércoles, 23 de julio de 2014

Los mambises de Esperanza Aguirre

Insurrectos mambises en su campamento
Canción que nos cantaba mi tía María, para dormirnos, después de que el "tinguiririnriringui....♪ ♫ ♩ ♬ ♭ ♮ ♯ ", le hubiera fallado:

"Vámonos a Cuba ya
que es preciso defender
la bandera nacional.
¡Que viva España,
que mueran los mambises,
de raza desigual,
que quieren derrotar
 a mi querida España! ♪ ♫ ♩ ♬ ♭ ♮ ♯ ".
(Me he acordado, rastreando los orígenes de la animadversión de Esperanza Aguirre hacia Castro)

martes, 22 de julio de 2014

Privatización de las víctimas

La memoria secuestrada
Se le pide a los familiares de las víctimas del "bando republicano" de la guerra civil que dejen de molestar con sus difuntos, que no abran viejas heridas. Mientras que dirigentes del Partido Popular sacan a las víctimas del terrorismo etarra cuando les da la gana, con motivo o sin él, y golpean con ellas a sus adversarios, sin preocuparse de las heridas que puedan estar abriendo en las familias de estas víctimas. Las utilizan en su beneficio, como intentan utilizar a las víctimas del franquismo, en perjuicio de sus familiares, a los que suponen llenos de rencor y odio. José Torrente, portavoz del equipo de Gobierno de la Diputación, en un artículo de hace pocos días,  usaba a Miguel Ángel 
Blanco, el joven político del PP asesinado bárbaramente hace 17 años por ETA, para lavar la cara de su partido, mordido actualmente  por innumerables casos de corrupción y latrocinio: “Los partidos que tenemos tantas aportaciones de sangre hechas a la causa común de la libertad –venía a decir Torrente- no podemos estar siempre bajo sospecha”.  No estoy seguro de que Torrente haya pedido permiso a la familia de Blanco para utilizar su nombre en un artículo dónde se habla de algo obvio: que no todos los políticos son corruptos. Intentar borrar la sospecha de corrupción generalizada que agobia a su formación con la sangre de las víctimas del terrorismo no es muy edificante. Al privatizarlas,  este político, las sustrae de la compasión y el dolor públicos. Y se las arrebata, si lo ha hecho sin su consentimiento, a las familias.

sábado, 19 de julio de 2014

La oración del buen militante (político)



SONETO A CRISTO CRUCIFICADO


No me mueve, mi Dios, para quererte 
el cielo que me tienes prometido, 
ni me mueve el infierno tan temido 
para dejar por eso de ofenderte.


Tú me mueves, Señor, muéveme el verte 
clavado en una cruz y escarnecido, 
muéveme ver tu cuerpo tan herido, 
muévenme tus afrentas y tu muerte.


Muéveme, en fin, tu amor, y en tal manera, 
que aunque no hubiera cielo, yo te amara, 
y aunque no hubiera infierno, te temiera.


No me tienes que dar porque te quiera, 
pues aunque lo que espero no esperara, 
lo mismo que te quiero te quisiera.

viernes, 18 de julio de 2014

Cómo guisar un soneto para que no se te pegue

Un soneto es como el puchero, en las familias campesinas. Tú pones la olla, que hierva el agua; va a estar hirviendo todo el día hasta por la noche que es cuando vuelven los hombres del campo y hacen su comida fuerte. Luego, a lo largo del día vas echando lo que pillas y dejas que hierva lentamente: una patata, una pata de pollo, un trozo de carne de marrano, un hueso de jamón, una habicholillas verdes. Y venga de hervir. Unos garbanzos, un trozo de calabaza, un puñaillo de arroz. Y venga de hervir... Y al atardecer, lo tienes: "En tanto que de rosa y azucena, se muestra la color en vuestro gesto...", un banquete. El rap es más comida basura. Tanto el soneto como el puchero son guisos para épocas de escasez.

jueves, 17 de julio de 2014

Los trapos sucios de Pablo Iglesias

Oreando
He encontrado lo trapos sucios del oscuro líder de PODEMOS, Pablo Iglesias. ¿A dónde he de dirigirme para cobrar la recompensa? Espero que no me diga Aguirre aquello de la Historia de España, contada para niños, por Aznar: "Roma no paga traidores".

El plan B de Sebastián Pérez

Plantando una estatua
EL dinero ha quedado a salvo y está donde siempre ha estado; escamoteado, ahora, de la vista del público por los especuladores financieros. Mientras que las grandes metáforas, las que te resignan a la carencia de dinero, las que amortiguan el miedo, las que atesoran la esperanza de mejorar, las que sirven para ir a la guerra, para morir por la patria o por un dios, las que lavan la culpa, ésas, circulan ahora sin sello, sin nombres, sin autor por las redes para uso de la gente. Los años pasados quedarán en el recuerdo como años de paz y de bonanza. Años en los que las mediaciones tradicionales se difuminaron. Cualquiera pudo inventar una metáfora de salvación más, ser presidente de la Diputación, capitán de yate o, si no, conductor de las carretas que van al Rocío o hermano mayor de una cofradía. El Compadre se equiparó al arzobispo. No ha hecho falta ser Gallego Burín para llegar a alcalde de Granada. La izquierda no consiguió que las cosas cambiaran demasiado y se adaptó a los gustos de la población, que no deseaba hacer la revolución. Simplemente, comer tres veces al día, lavarse, trabajar sólo ocho horas y meter todo el cuerpo en el mar, en verano. Que sus hijos estudiaran con beca, que llegaran a fiscales, a jueces o a jefes de servicio en un hospital. El buen pueblo ocupó ayuntamientos, negociados, parroquias. Lo conseguido no fue poco, ahora que se lo están arrebatando, lo sabemos; y también, que el sufrimiento evitado no fue insignificante. Pero el buen pueblo en esta etapa, no dejó de llevar a sus hijos a los templos para que hicieran las primeras comuniones, las bodas, lo entierros o los bautizos. Porque las iglesias son edificios de techo alto, termoestables, de buena acústica y con bancos preparados para el teatro. La única revolución auténtica a la que hemos asistido ha sido a la administrativa. En el corazón de la gente existía el deseo de comunicarse con los vecinos, si eras alcalde, con un saluda; si eras párroco, con un saluda; si eras concejala de cultura, con un saluda. Se aprendió a mentir, a marear la perdiz, a hacer lo que a uno le venía en gana, respetando, siempre que fuera posible, la vía administrativa. La estatua de José Antonio Primo de Rivera no se ha podido quitar de la Plaza de Bibataubín, dicen, porque hay que cumplir unos interminables trámites administrativos. Y no habría que quitarla, según Sebastián Pérez,  presidente de la Diputación, porque es muy bonita. Pero la línea de defensa estética es simplemente el plan B del presidente. Por si le falla el A, poblado de trampas y papeles.

martes, 15 de julio de 2014

La estatua de la cautividad

Aves rapaces
Como los motivos éticos que llevan a la mayoría social de Granada, representada por el PP, a no retirar la estatua dedicada a José Antonio, no parecen fáciles de defender,  el presidente de la Diputación, se agarra a la estética. La estatua no se retira de bonita que es. Y además no sólo para los expertos granadinos que la han analizado, sino que es obra de arte reconocida  en todo el mundo. No me explico entonces por qué no se ha expuesto ya en el MoMa, en el Louvre, en el Prado o en  el Guggenheim de Bilbao. ¿Por qué en lugar de retirarla de la circulación no se le presta a estos museos que se mueren de ganas de exponerla?  ¿Por qué lo bello ha de ser bueno? Muchas estatuas conmemoran hechos crueles. ¿Es hermosa una violación?, pues ahí tenemos las mil representaciones pictóricas y escultóricas de la violación de la romana Lucrecia.  ¿Es u rapto algo agradable de ver? Pues ahí tenemos a Zeus disfrazado de toro, arrebatando a Europa de sus  inocentes juegos adolescentes para  abusar de ella. Pues, ¿qué decir de la decapitación de Holofernes o de la mutilación de Santa Gadea? Y revientan los museos con representaciones de estos horrores. Acaso, lo horrible de la estatua de Bibataubín no resida en su factura, en su estética, sino en el hecho de que se alce en el centro de una ciudad, con miles de muertos enterrados todavía en cunetas y zanjas, y que los que se oponen a su desaparición se sientan herederos de los vencedores de la guerra civil. ¿No la querrán ahí para recordarnos que seguimos viviendo en una democracia otorgada graciosamente?  

sábado, 12 de julio de 2014

Los Cármina de los perroflautas

La buena sociedad granadina debe de saber que los autores de los Cármina Burana, con los que se han derretido en el pasado Festival,  eran los perroflautas de los siglos XII y XIII.  Por lo menos eso es lo que dice Luis Antonio de Villena en su libro "Dados, amor y clérigos". Se llamaban goliardos y estaban todo el día de acá para allá, de botellón en botellón y de cama en cama y de tahúr en tahúr. Lo que pasa es que sabían latín y eran versificadores. No recomendaría que usaran sus textos para "educar en valores" a  sus retoños.

jueves, 10 de julio de 2014

Pánfilo, genial

Me cuenta, perplejo, Pánfilo mi jubilado de plantilla, que desde hace poco todo el mundo está empeñado en hacerle saber que es genial. Sobre todo desde que colabora en diversos programas culturales sin cobrar. Y no le gusta porque él ha vivido hasta ahora con la confortable y poco exigente conciencia de que es una persona mediocre. “Lo que no saben los que me halagan”, me confiesa, “es que tengo el don de que, cuando alguien me abraza y se deshace en elogios hacia mi persona, puedo percibir lo que realmente está pensando de mí. A una novia que dijo amarme y sentirse totalmente realizada, desde el punto de vista erótico, en su trato conmigo, le leo el pensamiento y me entero en cuanto la saludo, por este puñetero don que tengo, que me considera un amante mediocre. Lo mismo me ha pasado con amigos de toda la vida”, se me queja Pánfilo, “que en más de una ocasión me hicieron creer que yo era cojonudo, pero que, cuando me abrazan, por este puñetero don que tengo, me entero de que me consideran una auténtica medianía desde el punto de vista intelectual. Compañeros de trabajo, tenderos, fruteras que en más de una ocasión me mostraron la alta consideración en que me tenían, cuando los he saludado después, mientras que seguían echándome flores, por este maldito don que tengo de saber lo que piensa la persona que me toca y me saluda, me entero de que me consideran normalito tirando para corrientucho. No es que yo les quite la razón del todo. Pero repasando mi biografía, sí hay en ella momentos de cierta brillantez”, concluye. Luego, humilde, Pánfilo me confiesan que no dan ni para un capítulo de unas memorias. Y que envidia a los presidentes del Gobierno que en cuanto se retiran –o los retiran- del cargo, no hacen nada más que dar el coñazo a sus sucesores y amenazarlos constantemente con un nuevo volumen de sus memorias. “En la Mimbre”, me dice Pánfilo, “sin ir más lejos, hubo un tiempo en el que me recibía todo el personal de este restaurante de la Alhambra en pie y formado en doble fila, como si fuera el rey emérito. Lo hacían por el amor extraordinario que yo mostraba hacia sus comidas y la delectación con que las engullía. En cuanto me veían llegar, algún camarero, gritaba: “¡atenta cocina, el tomate de don Pánfilo!”. E inmediatamente después de rendirme honores, lo tenía aliñado sobre la mesa. No es genial, no da para unas memorias, pero en clase pobre, era superagradable”.

lunes, 7 de julio de 2014

Pequeña Miss Sunshine

Fotograma de la película
Ayer vi la película "Pequeña Miss Sunshine (2006)". En esa peli están los cánones que rigen para muchas mujeres americanas de clase media baja; cánones que nos han trasladado íntegros, más los que aquí florecen espontáneamente. No hay director de cine español que se atreva a desmontar con tanta ferocidad y tanta ternura los 'cánones' de comportamiento de las mujeres de la emergencia española: bodas, con damitas de honor y maltrato musical al novio, despedidas de soltera, primeras comuniones con novias enanas con el ajuar colgado en la red, incluidas braguitas y misal de las niñas, confirmaciones, juanes y medio, stripper recién nacidas. Narcisismo. Ni hay aquí un productor que ponga una gorda para hacer una película como "Nebraska", (2013), dónde se ve la miseria moral y cultural en que sobreviven las criaturas -hombres y mujeres- en la trastienda del imperio USA. Sólo nos atrevemos con los sevillanos y los vascos, pero muy superficialmente, más que nada por cobardía y falta de medios (v. "Ocho apellidos vascos" de 2014). Todo esto lo digo desde la humildad egoísta del compañero de viaje. Porque yo no soy feminista, simplemente coincido con aquellos feminismos que persiguen la igualdad de derechos y deberes de mujeres y hombres. Y todo por puro egoísmo: me acojo al derecho romano, "Do ut des" y "Facio ut facias"*. No puedo soportar que nadie se sienta explotado por mí y que se crea con el derecho a pasarme la factura constantemente. Luego está la mala educación recibida y la pereza que, en ocasiones, me llevan a salirme de un programa tan aseado.
*Doy para que des y hago cosas por ti para que tú hagas cosas por mí.

viernes, 4 de julio de 2014

El gusto de mandar

Buen aspecto de don José
El Arcipreste de Hita, citando a Aristóteles, afirma que el hombre –de la mujer no dice nada- se afana por dos cosas, la primera, por comer, la segunda, por haber ayuntamiento con hembra placentera. Comer y holgar son imprescindibles para la supervivencia de la especie y el creador, conociendo la desidia del hombre, premió estas dos actividades con dos regalos sublimes: el orgasmo y la tortilla de patatas. Con semejantes recompensas no parece posible que se deje de comer y de holgar. El Arcipreste, quizá porque no alcanzara a conocer al alcalde de Granada, José Torres Hurtado, no nombró la atracción que el poder ejerce sobre las personas. Tampoco lo tuvo en cuenta el feliz inventor de uno de los chascarrillos más plúmbeos y granadinos que conozco. En el chiste, un amigo pregunta a otro: “¿Andrés, habrá algo que dé más gusto que follar?”. Y el otro le contesta: “Se sabría”. Me hubiera gustado estar en el salón de plenos del Ayuntamiento cuando, felizmente recuperado, se presentó el alcalde para repartir los premios de la Selectividad. En la foto que tengo delante, el hombre aparece más delgado, sonriente y feliz. Lo hubiera felicitado por su magnífica recuperación y le habría preguntado: “Don José, hay algo que a usted le dé más gusto que mandar”. Seguro que me habría contestado: “Se sabría”. Mandar más allá de toda esperanza de vida o de felicidad. ¿Por qué algunos sólo aspiran a comerse un topolino en Los Italianos y a ser soberanos de ocasionales y minúsculos reinos de taifas y otros a morir mandando?

jueves, 3 de julio de 2014

Reading is sexy

HA tenido enorme éxito un vídeo colgado en la red en el que aparecen unas chicas leyendo. En algún momento de la lectura, muestran una alteración extraordinaria del alma y, ¿por qué no decirlo?, también del cuerpo. Luego nos enteramos de que se trata de un experimento sociológico: fuera de plano, alguien acciona un consolador, para que las chicas obtengan gozo al tiempo que leen. Sólo les falta comerse un huevo kínder relleno de leche condensada, al mismo tiempo, para que el placer sea completo. La nota explicativa que acompaña al vídeo nos informa de que "las chicas participaron voluntariamente en este proyecto de excitación a la lectura". Si lo hubieran hecho forzadas sería un delito... También debe ser muy placentero el experimento que ciertas madres practican con sus hijos a los que dan de mamar hasta los siete años, llevan pegados al cuerpo con fajas, no les ponen pañales para que esparzan sus gracias libremente o los meten en la cama de los padres hasta los 10 años. Provocarles gozo a las chicas con un consolador mientras que leen, es una manera de que no entiendan a Hegel. El único orgasmo que yo bendeciría sería aquel que les ocurriera a causa de la lectura. Yo a veces he alcanzado el clímax leyendo la Summa Theologica de Santo Tomás de Aquino. Pero no tiene mérito, soy un caso precoz de eyaculación lectora. Mi abuela nos filtraba las llamadas telefónicas de las niñas que querían que les contásemos los argumentos de los libros que leíamos; desde la terraza dirigía nuestra vida sentimental, vigilando con quién se paseaban sus nietos o a quién embarcaban en el tranvía de la Sierra camino de la felicidad prohibida que suministraba el anonimato de la capital. Y, para que no nos manipularan el cuerpo mientras leíamos seres, u objetos, ajenos al hecho lector, distrayéndonos, se apostaba a nuestras espaldas. Así leímos a Cervantes, para luego recitárselo a las chicas de Cenes, por ver si nos abrían sus corazones sellados por los candados de la castidad y de la desconfianza. Pero obtuvimos el mismo éxito que el poeta Ronsard con su Soneto para Elena: ninguno. Hay en el imaginario colectivo la idea de que algunas mujeres gustan de las poesías; pero eso será, cuando casadas, si los maridos insisten en ingresar en ellas, fuera de programa. Los poemas son dilatorios, como los claveles y las velas. Pero en época de buscar el mejor macho, a ninguna de éstas se le ocurre ceder por una quintilla.