Ellas, mis matriarcas, guisaban con carbón
Romance y monólogo del cocinero avanzado
A
Pablo Alcázar, experto cual ninguno en artes culinarias, y a María Victoria in memoriam.
Era
cuando las cocinas
funcionaban
con carbón,
económicos
fogones
que
ahumaban mucho el salón.
Y
por dentro me decía:
-Cómo
cocinaré yo.
Más
tarde el petróleo vino
dejando
muy mal olor
y
recorriendo la casa
apestaba
el comedor.
Y
por dentro me decía:
-Cómo
cocinaré yo.
Pero de
pronto aparece
y
cambia la situación
la
electricista energía
y el
butano en botellón.
Y
por dentro me decía:
-Cómo
cocinaré yo.
Y al
hilo de aquel impulso
nació
la olla a presión,
que
todo lo resolvía
en un
periquete o dos.
Y
por dentro me decía:
-Cómo
cocinaré yo.
Mas, oh
fortuna, a finales
del
siglo que se marchó
llegó
un invento notable
definitivo
en acción;
un
invento milagroso
que interesó
a la reunión,
que
todo lo hace deprisa,
que
solo te pide amor,
y a
alguno incluso le asusta
Solicita
condimentos,
materias
primas y arroz,
los
productos de la huerta,
carne,
caldo y pimentón,
todo lo
que se te ocurra
te lo
admite, qué sé yo,
cualquier
cosa que le eches
no hay
receta resistente
a mi
deseo soñador
siempre
que le proporcione
lo
mejor de lo mejor.
Y
cuando todo está dentro,
esperándome,
burlón,
a punto
me tiene el plato
con
solo darle a un botón.
Thermomix
la bautizaron,
la reina de la cocción,
Y a la
concurrencia afirmo
que le rindo
devoción
porque
tiene algo de bruja
el
artilugio en cuestión.
así
sí cocino yo.
Antonio Sánchez Trigueros
Felicidades...me ha encantado...el recorrido del cocinar. Un beso
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