lunes, 14 de mayo de 2018

Nunca supe si Celestina era una dulce niña o una verdadera burra.

De "Diario.es"

Hay que estar atentos, como recomienda el apóstol San Pablo, porque el demonio, como león rugiente, da vueltas a nuestro alrededor, buscando la ocasión de devorarnos. Pero mientras ese momento llega habría que hacerle llegar a la profesora ecofeminista Angélica Velasco, que relaciona la violencia machista y el maltrato animal, el poema de Alberti por si quiere integrarlo en alguna de sus presentaciones de Power Point. De mí sé decir que de niño andaba muy enamorado de mi burra Celestina. Y de alberti, que en su "Época vegana" compuso el poema "Buster Keaton busca por el bosque a su novia, que es una verdadera vaca"(1929), del que transcribo a continuación un fragmento que nos ofrece a Keaton sumido en la duda de si su novia -Georgina- es una dulce niña o una verdadera vaca. 
[...] ¿Eres una dulce niña o una verdadera vaca?

Mi corazón siempre me dijo que eras una verdadera vaca.
Tu papa, que eras una dulce niña.
Mi corazón, que eras una verdadera vaca.
Una dulce niña.
Una verdadera vaca.
Una niña
Una vaca.
¿Una niña o una vaca?
O ¿una niña y una vaca?
Yo nunca supe nada.
Adios, Georgina.
(¡Pum!)

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