domingo, 19 de septiembre de 2010

Blogs y vacaciones, posibles causas de divorcio

En "Amar en tiempos revueltos", Almudena, la hija adolescente del malvado falangista (compendio, por exigencias del guión,  de todos los vicios nefandos catalogados en la asignatura de Educación para la ciudadanía) escribe un diario íntimo. La madre lo descubre y se entera de lo que pone. Los diarios íntimos, al menos en las telenovelas, se escriben para que no los lea nadie, pero para que los conozca todo el mundo. Más o menos como los blogs, que se escriben a sabiendas de que no los leerá casi nadie, pero como si las cosas de uno fueran a ser conocidos por millones de lectores. Los blogueros siguen utilizando gran parte de los géneros de la literatura canónica, pero no suelen caer en la abominación de las dedicatorias librescas. No he encontrado ningún blog en el que se lea una dedicatoria como ésta: "A mi marido y a nuestros hijos les dedico esta bitácora de 2.500 entradas en restitución de la atención y el tiempo que por ella les he robado". Será porque los blogs se escriben en casa y no en los departamentos de las facultades o en las salas de las bibliotecas. El blog ha dejado claro que ese tiempo que el escritor imaginaba robado a los suyos era un tiempo feliz de emancipación para los miembros de la "unidad familiar". En casa de los blogueros, lo que hay es un deseo fuerte de que el escritor compulsivo se despegue del ordenador y se tire a la calle. Entonces todos respiran aliviados y corren a disfrutar de sus placeres y a cumplir con sus confortables obligaciones domésticas. Los blogs, igual que las vacaciones familiares en verano, están dando lugar a muchos divorcios. No es bueno que las personas estén solas pero tampoco es saludable estar todo el día reunidos. 

4 comentarios:

  1. Como dice el marido de mi amiga en tono humorístico: Menos facebook y más Mistol

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  2. Yo rompo una ciber-lanza por los blogs y los blogueros. Creo que los blogs son terapéuticos para los que los escriben y, en cierta medida, para aquellos que participan en ellos con sus comentarios. Es una conversación continua y, si bien, virtual, muy sana. Eso sí, no los debemos utilizar como excusa para no lavar los platos o escaquearnos...

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  3. Y yo rompo otra lanza por los "blogueros-fregantines" (o fregones?), que los hay, pero eso sí: desde que dicen que van a salir hasta que salen pasan dos o tres horas. Recuerdo un poema (que siento no encontrar)de Erica Jong, norteamericana de 66 años, en el que dice que le gustaría que borboteara la sopa en la cocina, que no se acumulara el polvo en casa, pero le gusta más el sonido de las teclas de la máquina de escribir que el de la aspiradora, sin embargo, mientras ella escribe, oye cómo él está en la cocina fregando los platos y se consuela. Hay hombres así, sean o no blogueros ¿verdad?

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  4. Un ejemplo sublime de dedicatoria a una esposa es el que figura en el frontispicio de la "Historia de la Filosofía" de Will Durant:
    "Hazte fuerte, compañera mía, para que puedas mantenerte incólume cuando yo caiga, para que yo pueda saber que los quebrados fragmentos de mi canción llegarán a ser al fin la más pura melodía en ti, para que yo pueda decir a mi corazón que tú empiezas donde yo muriendo abandono, y llegar aún más lejos".

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