sábado, 27 de agosto de 2011

La mano que mece tu ingle

El pie desnudo, muy chic
Una amiga me informa de que en el blog “style is an acttitude…”,  que pretende observar la moda desde un punto de vista diferente, la  foto de Rhut Orkin,  American Girl in Italia (1951), que incluí en mi entrada de ayer, ha suscitado este comentario: “Me  la he topado en 31 vueltas a un bolso, a propósito del que lleva esta mujer, que parece ser un Hermés poco conocido. Sin embargo, me han llamado más la atención sus sandalias. El concepto mitad pie desnudo es muy chic; las interpreta  [sic] genial con el vestido y el chal que lleva. Y... parece que ellos piensan lo mismo. :o)”.
En el cuadro del Henry Holiday (1839-1927), titulado Dante y Beatriz (1883), se recrea el encuentro de la pareja. Una amable comentarista, al ver la reproducción de la pintura que figura en mi post de ayer, se ha fijado en que el poeta se lleva la mano al  pecho, junto al corazón,  y me lo ha comentado.
Una mano más normalizada
Un corresponsal, rijoso  y observador, me ha hecho reparar en que el hombre del paraguas se lleva la mano a la ingle, al paso de la joven americana.
¡Pie, corazón, ingles! ¡Vengan antropólogos, sexólogos y sociólogos a interpretarlo, que mi lengua tiembla y enmudece, como la del soneto de Dante , en tanto que mis ojos y mi intelecto no se atreven a analizarlo, que sólo entiende de estas cosas aquel que las ha probado!

4 comentarios:

  1. Los caminos de la semiótica -al contrario de los del Señor- son completamente escrutables (¡ya hasta "escrotables", por lo que se ve!). En cuanto a tu erudición, si yo fuera un "pedabobo" (los conocemos muy bien) diría que es tan transversal e interdisciplinar que trasciende las siete competencias.
    Por lo que respecta a la foto, a mí lo que más me llama la atención es la "sofocación" de la chica, reflejada en su rostro. Los españoles -con y sin paraguas- de pelo en patria, llevaban hasta un agujero en el forro interior del bolsillo para tener acceso directo a la entrepierna. ¡Ah! Y un palillo entre los dientes, gran signo de machihombría celtíbera.
    Buen "finde", don Pablo.

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  2. Gracias,Miguel. La capacidad creativa de los españoles debería de ser analizado en algún laboratorio del cerebro de USA.El agujero en el pantalón es un invento de tecnología [de la]punta... que, sin embargo, pone en entredicho la consistencia de la industria textil catalana que es donde se fabricaban entonces los escrotos de los bolsillos de los pantalones. El palillo de dientes, el futbolín, la fregona y el chupa-chup ponen de manifiesto nuestra inclinación a inventar cosas pinchadas en un palo. Te deseo también un descanso reparador, este finde, para que sigas derramando tu ingenio en comentarios tan brillantes como el que has hecho en esta entrada. Gracias.

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  3. La supuesta americana está sofocada -a mi entender- por el hartazgo y el asco quizá de los comentarios de los indígenas que sin duda la acosan. Su rostro es como de decir: "otra vez estos coñazos (o este tipo de coñazo tan frecuente ene sta tierra) diciendo inconveniencias".
    La chic aes indidablemente elegante y sus sandalias llaman la atención para 1951. Sin son de Hermés, ellas o el bolso, me parece una aprecianción digna de quien se encuentra habituado a realizar esas distinciones o discrimianciones (que siempre me han parecido muy sospechosas por su elitismo. Aunque líbreme dios de prejuzgar a nadie por la fortuna personal de sus padres).
    No deja de sorpednerme que en el siglo XIX creyesen en un Dante tan jóvem tan apoyado en el pretil del Arno y con un dolor cadíaco tan acusado como simbolo de anmoramiento (?), amor platónico (?). Los decimonónico es que tendían mucho (como todo el mundo) a pensar que toda la gente que ellos admiraban (Dante) pensaban siempre como a ellos les hubiese gustado. Qué cosas, el Dante, tan admirado tan poco leído, con su sientiemto en una ubicación física tan aleatoria...

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  4. Aleatoria, esa es la palabra que más conviene al discurrir caprichoso de la mano de los hombres impresionados por el paso de una mujer. Gracias, amigo. Un saludo cordial.

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