miércoles, 31 de agosto de 2011

Pensamiento rumiante

Nuevo formato de tío, periféricos aparte

Trasindependiente, en su blog nos ha contado la historia de Cipriano Potes, un personaje que redacta todo un pliego de descargos para librarse de la acusación de quelos tíos pensamos con la polla[sic]. No creo que Cipriano deba de sucumbir aplastado por el sentimiento de culpa. Si el Señor, en su infinita sabiduría, hubiese querido que pensásemos con el cerebro le hubiese costado muy poco trabajo trasladar la capacidad de raciocinio del pene a la cabeza, como muestra la foto. Pero ha decidido que para la supervivencia de la especie es mejor así. Nos ha tuneado el deseo y nos ha dado una gran capacidad de fabricar esos microchips fluyentes llamados espermatozoides. Y por si esto fuera poco, ha permitido que la extracción de semen no duela casi nada. Nada que ver con la extracción de médula ósea, por ejemplo. Incluso, esto lo tengo yo hablado con algunos amigos, hay ocasiones, sobre todo cuando en la operación colabora una mujer, en las que se pueden experimentar sensaciones gratas, hasta el punto de crear dependencia y afectar al libre albedrío.

6 comentarios:

  1. No sabes, amigo, lo que le va a gustar a Cipriano saber que has hablado de él aquí. Se lo voy a contar con pelos y señales excepto alguna traducción que le haré, para que lo entienda mejor, de expresiones como "microchips fluyentes".
    Concluyo que hay tíos (o que nos ocurre a todos) que son penes tuneados como personas, y es una definición que, además de altamente contemporánea (permíteme esta hipérbole) puede llegar a ser muy esclarecedora de algunos hechos y, sobre todo, de muchas relaciones.

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  2. Trasindependiente, creemos el hombre nuevo del mundo, que cantaba Aguaviva, amando. Cipriano puede ser ese hombre mutante. Para que no seamos penes tuneados como personas, sino personas libres con el pene en su sitio, en el sitio que le corresponde. Gracias, amigo.

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  3. Los problemas de este nuevo amigo no dejan de producirme un sentimiento de regocijo interior, manifestado con una leve y socarrona sonrisa y chispillas en los ojos, y que me perdone Cipriano, que realmente no es una actitud solidaría con el sufrimiento ajeno.
    El pobre hombre está harto.
    Yo creo que el tipo se plantea la situación en un género demasiado impersonal.
    “Estoy harto de oír”(sic, como me ha enseñado Pablo).
    A ver Cipriano, ¿A quien se lo has oído decir? ¿Quién te dice tales cosas? ¿Otros hombres?
    No, lo dicen las mujeres, Ahí es dónde tienes que profundizar, en quién lo dice y para qué lo dice.
    A mi no me cabe duda de que en muchas ocasiones el hombre… en fin, pero una vez que se relaja la cosa… todo vuelve a la normalidad ¿O no?
    Pero… deberías, querido Cipriano, observar si las mujeres se sirven de esa característica vuestra de desplazar la zona pensante, o a veces sintiente, para sus propios beneficios… Aunque luego, para distraerte, quieran hacerte sentir mas o menos culpable y así tenerte pensando en ti mismo, en lugar de darte cuenta de qué ha ocurrido realmente…
    Así que mi consejo, Cipriano, es que no te preocupes y que disfrutes...

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  4. Ana María, a estas alturas de la historia, habría que desactivar todo el lenguaje y las estrategias de dilación de lo que podíamos llamar la "era Sherezade", en la que la palabra para el alfanje del sultán. La palabra para, o dilata, el acoso del macho. Porque era la mujer la que se quedaba preñada y la que tenía que parir, con el peligro que eso suponía, y también la que cuidaba a la prole, mientras el varón salía a ver que encontrqaba de comida. Ahora, en nuestra zona, parir no es tan peligroso, aunque sí doloroso, y quedarse preñada es una opción no una sentencia. Pero como hemos estado millones de años en lo otro, pues la especialización nos lleva a los machos a aparecer siempre lampando y a las mujeres a abusar de un poder que tendrían que actualizar y sincronizar. Es mucho más fácil cambiar de ministra de igualdad que de viejos hábitos. Cuando se celebre la primera convención para firmar la paz hombres y mujeres, habrá que hablar de condiciones y protocolos e introducir reflexiones tan atendibles como las que figuran en tu comentario. De mediadores entre los contendientes podrían hacer hombres de deseo templado por la edad o la sensatez y mujeres inteligentes y compasivas que odiasen utilizar sistemáticamente "las armas de mujer". Gracias. Un saludo afectuoso.

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  5. Joder, qué inmenso puede ser el océano de la ignorancia que cada uno surcamos a lo largo de la vida y con cuánta frecuencia nuestras naves quedan atrapadas para siempre entre los sargazos de la religión, la ideología o la simple falta de tiempo y nos perdemos así conocimientos tan interesantes como los que aquí planteas. A mis cuarenta años acabo de descubrir, gracias a esta tu última entrada, que es posible hacer algunas modificaciones anatomo-bio-tecnológicas que nos permitan pensar también con la cabeza. Es increíble, nunca me lo hubiera imaginado y sólo la gran fe que tengo en tu probada solvencia intelectual no me hace tomarme esto como una chanza más de las tuyas. Pero no, veo que hablas muy en serio y que, además, lo ilustras de forma indubitable en la fotografía que acompaña a tu escrito. De todas formas, supongo que aún estamos muy lejos de que el avance pueda llegar a ser probado en humanos varones, sin graves riesgos. Además, seguro que, tal y como avanza este despiadado capitalismo, sólo unos pocos privilegiados muy ricos podrán disfrutar de la innovación. El resto, supongo, tendremos que seguir pensando, como siempre ha sido, sólo con la polla y, a menudo, como es mi caso, nada más que con la punta. De todas formas, te agradezco la información, que el saber no ocupa lugar (no como el follar, que quita tiempo, fuerzas, patrimonio y, en ocasiones, hasta la dignidad pierde uno en el afán por conseguir yacer con fembra placentera cuando, en realidad y tal y como sabiamente apunta Ana María no sería necesario tanto preámbulo pues ellas, a veces, también piensan con sus partes y sólo con ellas. Lástima que sea en contadas ocasiones...aunque, quién sabe, veo yo a esta juventud mucho más igualitaria en este aspecto, genérica y genitalmente hablando, claro). Un abrazo, ¡Salud y República!

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  6. Corleone, si ves tú "a ésta juventud mucho más igualitaria en este aspecto, genérica y genitalmente hablando",es que hay esperanza.Un abrazo y muchísimas gracias por tu inteligente glosa.

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