Situación embarazosa
Visión dantesca
El
domingo, de madrugada, un poco trastornado por el cambio horario tuve una visión dantesca y escribí: “Miradlos, salen de la cueva en la que han estado encerrados
cuatro años, con otros de su especie, disputándose las tajadas, repartiéndose
los trozos de las piezas. Recogieron nuestros votos, como salvoconducto, como
licencia para cazar todo lo que luciera, plumas, colores o enjundia. Pero en pocos meses les caduca la licencia y necesitan
que se la volvamos a sellar, para otros cuatro años de rapiña y botín. Salen de
la cueva ciegos, sólo ven una nebulosa; conforme se vayan acostumbrando a la
luz comenzarán a identificarnos y a marearnos. Nos odian, temen lo que sabemos
de ellos. Pero ahora nos necesitan. Proteged vuestros hijos, que no os los
acaricien, proteged vuestro acerado sufrimiento para que no os lo reblandezcan;
enarbolad vuestro sentido común para que no os engañen, de nuevo. Condenadlos a
que su incursión, inevitable, para robarnos también el voto, sea como la de los
enamorados del verso de Quevedo: Un andar
solitario entre la gente”.
Pero desde el domingo, les
han pasado tantas cosas que, asustados,
noqueados, han vuelto a la cueva, a hablar entre ellos, a cuchichear, a lanzar
lamentos, a denunciar traiciones. De vez en cuando de las profundidades, sale
alguien sonámbulo y dice cosas incoherentes, pide perdón, chupa una vez más los
sacrificados huesos de las víctimas, desaparece y calla. No todo es incomprensible, algo de lo que
mascullan tiene su lógica. Aguirre declara que tener corruptos sentados al lado resulta incómodo,
pero calla que tenerlos en el regazo, mimándolos, como ella los ha tenido y
mimado, a la larga te paraliza un poco. Que Aguirre haya utilizado de nuevo a
Ordóñez, el concejal asesinado por ETA, para
limpiar su imagen, resulta sucio. Por lo
demás, ella no hace algo muy distinto de lo que hizo una prima mía que se quedó
embarazada en Lanjarón por los años 50 y le echó la culpa a una coca cola que
se había tomado y no, a su novio. Nadie la creyó de entre los mayores, pero los
niños le atribuimos al brebaje cualidades seminales. Años después, los mozuelos
del pueblo que me hicieron el agarejo,
me informaron de que para que una mujer se quede embarazada, hace falta una
coca cola y, sobre todo, ‘hartarse de follar’ (sic). Pues bien, Aguirre, como
mi prima, quiere hacernos creer que la corrupción que la embaraza, no proviene
de haber tenido contacto íntimo con los corruptos.
Toda una (gran) reflexión...
ResponderEliminarSaludos
Ligermente onírica, Mark de Zabaleta. Gracias por leer esta entrada. Que tengas un buen día.
ResponderEliminarEste "Dante Pablieri" que eres tú retoza por la realidad como si hubiera sabido seguir los consejos de los mozuelos del pueblo.
ResponderEliminarY permíteme que me desahogue:
Estoy harto de que me corrupcionen y me aguirren (sic).
Gracias y saludos.
Independiente Trashumante, a lo mejor afloramos a una época más limpia, después de la catástrofe. Un abrazo, amigo.
ResponderEliminar