sábado, 7 de enero de 2017

Parada biológica

Resistiré

Tras la vorágine de estos días, acabo de entrar en modo "Simón el Estilita"*. Estoy reseteándome  y desintoxicándome de un empacho severo de sociabilidad. No aceptaré ningún tipo de invitaciones o incitaciones, al menos en un mes. Comeré sólo. Una taza de zahareña, por las mañanas y un huevo duro. Saltamontes y langostas del desierto, para el almuerzo y 120 gramos de cecina, a la cena. Ni aceptaré flores ni asistiré a ningún recital de aforismos. Abteneos, poetas jóvenes, de invitarme a la lectura de vuestros versos y menos si son de amores contrariados. Ayuno total en lo que se refiere a la lectura de novelas histórica. Castidad y contención serán mi ciudadela. Cilicios en las piernas y azotes en mis glúteos. No veo otra forma de sobrevivir tras tanto exceso.
 *San Simón el Estilita, nacido en Կիլիկիա, en el siglo IV, pasó 37 años subido a una columna; se le considera el inventor del cilicio, o sea, de una cuerda hiriente que algunos penitentes se amarran en la cintura o en las piernas para hacer penitencia. Se ató a la cintura un bejuco espinoso y no se lo quitaba ni de día ni de noche. Esto para lograr dominar sus tentaciones. 

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