viernes, 12 de marzo de 2010

Sáez de Santamaría los pone a llorar

¿Hogar, harén?

Los periodistas, que viven de las catástrofes y de fagocitar a los políticos, casi siempre adoptan ante ellos una postura de superioridad perdonavidas. Pero hoy les ha ganado la partida Sáez de Santamaría, la portavoz del PP en el Congreso. No se puede perder de vista a esta mujer. Si se presentara a Presidente del Gobierno de España, sacaría muchos más votos que Rajoy. Ya sorprendió cuando se dejó retratar en paños menores tuneados (lencería, le llaman otros). Seguramente lo hizo como muchas mujeres, para disfrutar ella misma, al verse tan atractiva. Pero, pocas ignoran el efecto incomprensible que estas prendas, y su contenido, producen en el errático macho de la especie. A ella le gusta usar su inteligencia y también la artillería galante, más ligera. Como muchas trabajadoras de moral intachable, gustan de convertir su trabajo en un hogar, incluido el pase de lencería de los sábados noche. En tanto que bastantes hombres aspiran a que la oficina sea su harén. Pero eso ya estaba deglutido por la prensa. Hoy los ha dejado sentados. Se ha emocionado de verdad con la muerte de Delibes y ha llorado en directo en una entrevista radiofónica. A partir de ese momento, todos los periodistas que he oído esta mañana, se han convertido en auténticas magdalenas, de las de Saramago, no de Proust. A ver quién llora más y mejor. Y también poetas, directores de Reales Academias  y novelistas. El combate de generosidad en el dolor ha sido muy sentido. No se podía consentir que una política pudiera expresar más sentimientos que sus parásitos. No quiero imaginar la llorera que van a armar todos cuando se le muera a cada uno su padre nonagenario.

1 comentario:

  1. Es usted muy valiente al referirse a una señora en combinación. Hoy no se ve muy bien que un hombre observe a las mujeres y opine sobre su comportamiento público. Las políticas que quieren obtener también beneficios de su aspecto físico en el terreno de lo público, se parecen un poco a los profes que quieren ganar a los alumnos en el partidillo de fútbol del recreo. Y además explicarles los fractales en clase. Todo no se puede tener, no siempre se puede cohonestar el ejercicio legítimo del poder con el triunfo en la pasarela no democrática de la moda y complementos. Y lo que está muy feo es acusar de machista a todo aquel que no caiga rendido ante los encantos, no electorales, de las damas. Es muy difícil que un hombre se pueda manifestar sobre una señora en négligée sin alertar todos los sensores de género. U horrorizarse por la forma de vestir y de peinarse de la insonrible política Bibiana Aído, sin que la agreste feminista cordobesa Rafaela Martínez Pastor te eche encima al lobby feroz y europeo de mujeres. Es de esperar que poco a poco estas cosas se vayan aceptando con más naturalidad.

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