lunes, 25 de octubre de 2010

Presidencia del Gobierno, abstenerse homosexuales

José Blanco, vicesecretario del partido en el poder, anda esta mañana por las emisoras explicando lo que quiso decir con esta frase pronunciada ayer en Málaga: a los del Partido Popular “se les ve el  plumero, bueno a Rajoy no es difícil”.  Al PP se le supone heredero de la “cojonocracia”  de escupitinajo en esquina y rasquiña de entrepierna, al paso de la morena de la copla a la que se le lanza un requiebro obsceno del tipo: “Niña, te comía hasta la gomilla de las bragas”. Pero el PSOE se dice defensor de las mujeres, de los ancianos dependientes,  promotor  “de la educación en valores”,  inventor de Educación para la Ciudadanía en la que se condena la homofobia y se promueve un saludable daltonismo ético para las combinaciones eróticas que los ciudadanos elijan para alegrarse y complicarse la vida.  No sé si este Blanco, caballero negro de la exclusión, tenía muy claro,  lo que quería decir, no sé si eligió las palabras adecuadas para expresarlo. Lo único que sé es lo que le oído decir en una grabación y que he transcrito literalmente más arriba. Lo que menos importa es que haya dado a entender que Rajoy es homosexual. Eso, a la mayoría de los españoles no les interesa. Son daltónicos. Lo que puede causar enojo es que este progre de guardarropía, después de tanto buen rollito guay, esté sugiriendo que un homosexual no debería ser presidente del Gobierno. Peor, que la presidencia del Gobierno puede estar ocupada por heterosexuales,  pero no por  homosexuales. Si los progres son así en España, cómo serán los cavernarios. No creo que los salve ni siquiera su desembarco en la Noria de Telecinco por mucho que ayuden a Belén Esteban a rellenar la programación de la cadena.

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