lunes, 14 de febrero de 2011

Amor en bloques

El soneto amoroso, como la teología, es un supremo ejercicio de soberbia condenado al fracaso.  Es como querer ponerle puertas al campo o meter , con una concha, el mar en el agujero abierto en la playa por un niño.  Los teólogos han intentado explicar la inabarcable esencia de  Dios en unos folios y los poetas encerrar el insumiso sentimiento amoroso en 14 versos. Ni Dios se deja, ni el amor admite que le midan las sílabas.  Al final,  hay que dejarlo en manos de cada uno. Lope después de 13 versos dedicados a definir el amor, claudica y corona: “esto es amor,  quién lo probó, lo sabe”.   El rapero que ha escrito sus desaliñados versos  en  la frontera de la ciudad, humildemente,  renuncia a aprisionar en los bloques de hormigón lo inefable. Sólo da pistas.  

4 comentarios:

  1. ¿Y tú preguntas qué es amor???, es esto, son estos, dicen que le dijo el poeta a la amada con el soneto, son estos versos
    son estos
    y nació en sonestos que derivó en soneto o soniquete o sonson

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  2. Raravis, este es un artículo de circunstancias. Se lo dedico a San Folletín de los rollos malos, creo que hoy es su día. Un saludo afectuoso y muchas gracias por tu comentario.

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  3. Aunque reconozco que el rap tiene su aquel y disfruto, a veces, con sus ripios críticos, yo me quedo con el hip-hop cervantino:
    ¿Quién mejorará mi suerte?
    ¡La muerte!
    Y el bien de amor, ¿quién le alcanza?
    ¡Mudanza!
    Y sus males, ¿quién los cura?
    ¡Locura!
    De ese modo no es cordura
    querer curar la pasión,
    cuando los remedios son
    muerte, mudanza y locura.
    Gracias y saludos.

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  4. La solución en Quevedo: "Amor constante después de la muerte":
    [El alma mía]
    Su cuerpo dejará, no su cuidado;
    Serán ceniza, mas tendrá sentido;
    Polvo serán, mas polvo enamorado.

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