domingo, 5 de mayo de 2013

La madre: "Soy la esclava del Señor"·

Hágase en mí según tu palabra
"La mujer era temible como Madre; hay que transfigurarla y someterla en la maternidad. La virginidad de María, tiene, sobre todo, un valor negativo: aquélla que ha sido redimida por la carne, ya no es carnal; ella no ha sido tocada ni poseída. Tampoco se le reconocía esposo a la Gran Madre asiática, que había engendrado el mundo y reinaba solitariamente sobre él; podía ser lúbrica por capricho, pero su grandeza como Madre no está disminuida por las servidumbres impuestas a la esposa. Así, María no ha conocido la mancha que implica la sexualidad. Emparentada con la guerrera Minerva, es torre de marfil, ciudadela de intomable fortaleza. También eran vírgenes las sacerdotisas antiguas, como la mayor parte de las santas cristianas: la mujer consagrada al bien debe serlo en el esplendor de sus fuerzas intactas; es preciso que conserve en su integridad indomada el principio de su femineidad. Si se niega a María el carácter de esposa es para exaltar en ella más puramente a la Mujer-Madre. Pero sólo será glorificada si acepta el papel subordinado que se le asigna. "Soy la sirvienta del Señor". Por primera vez en la historia de la humanidad, la madre se arrodilla delante de su hijo y reconoce libremente su inferioridad."

Simone de Beauvoir, El Segundo Sexo (*Los hechos y los mitos).

6 comentarios:

  1. La historia la escribían los hombres...
    Vete tú a saber si su primera impreión no fue pillar una gran irritación.

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  2. El que escribe la historia, o más bien el que se la inventa, impone su versión de los acontecimientos. Es decir que los pone en fila para que vayan pasando delante de nosotros en el orden y con los ropajes que el ha elegido. Es como el montador de películas, que rechaza metros de celuloide y sólo aprovecha los que le interesa, Mariola. Gracias y una abrazo.

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    1. Gracias a ti, siempre es un placer leerte. Besos maternales?

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  3. Mariola, siento una enorme admiración por Simone de Beouvoir, como intelectual, otra cosa es como persona. Sus profesores dijeron de ella que era la auténtica filosofa, muy por encima de Sartre, luego aceptó ser el "pequeño castor" del filosofo. ¿Por qué? ¿Quién lo puede saber?

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  4. Las diosas-madre se veneraron desde la Prehistoria (en realidad todo el mundo conoce la patrona de su pueblo, no así el patrón) pero el Cristianismo subordinó a la mujer. Es cuestión bien terrenal.

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  5. En mi familia pasaba igual, María Luisa Arnaiz, las diosas-madre eran mi abuela doña Dolores y sus hermanas doña Mercedes y doña María Josefa, pocas veces oí de sus bocas el nombre de mi bisabuelo materno, aunque nombraban constantemente a su madre, mi bisabuela doña Mercedes.Mi bisabuelo fue prudente y se murió pronto dejando en manos de su mujer una fortuna notable que ella administró, con tino, sin duda. Alguien del pueblo me informó de que a mi bisabuelo lo conocía todo el mundo por "Joseíco". Del matriarcado en el que me crié no puedo decir nada más que cosas buenas.

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